Desde su establecimiento, una de las misiones fundamentales de Yad Vashem fue recopilar los nombres de los seis millones de judíos asesinados en el Holocausto a través de las Hojas de Testimonio de sobrevivientes y documentos históricos de la época del Holocausto.
En preparación para el Día del Recuerdo de los Mártires y Héroes del Holocausto 2023, Yad Vashem, inauguró la exhibición “El libro de los nombres” en presencia del presidente del Estado de Israel Isaac Herzog, el presidente de Yad Vashem Dani Dayan, el presidente del Consejo de Yad Vashem y sobreviviente del Holocausto Rabino Israel Meir Lau, así como varios sobrevivientes del Holocausto cuyas familias están registradas y conmemoradas en el libro de los nombres.
Esta monumental exposición presenta más de 4.800.000 millones de nombres de hombres, mujeres y niños judíos asesinados por los alemanes nazis y sus cómplices durante la Shoá.
Según las estimaciones de Yad Vashem, en los próximos años se agregarán entre 200.000 y 300.000 nombres adicionales a la Base de Datos Central de Nombres de Víctimas de la Shoá, lo que llevará a un total de más de cinco millones de identidades de los seis millones de víctimas estimadas del Holocausto.
Los nombres de las víctimas están impresos en páginas rígidas de un metro de ancho y un metro y medio de alto, con la información iluminada por un delicado haz de luz entre las páginas. La longitud del libro en total es de unos ocho metros. Sus proporciones gigantescas indican la pérdida colectiva, inimaginable y enorme para la humanidad en su conjunto, y para el pueblo judío en particular. Las últimas páginas del libro son páginas en blanco que simbolizan los nombres que aún no han sido localizados, registrados y conmemorados y que tal vez nunca sean localizados. El propósito de la exhibición es tratar de ilustrar el número inconcebible de víctimas mostrando físicamente los nombres en las muchas páginas y satisfacer la necesidad emocional del público de un lugar físico y tangible donde los nombres puedan ser vistos e incluso tocados, en una especie de lápida simbólica colectiva.
foto: ARDON BAR-HAMA